ECUADOR, 9 Jul (EUROPA PRESS)
En una declaración contundente, el ministro de Defensa de Ecuador, Gian Carlo Loffredo, lanzó una severa advertencia contra el crimen organizado, asegurando que el gobierno no dudará en utilizar "fuerza letal" si los delincuentes persisten en sus actividades. A través de un mensaje publicado en sus redes sociales, Loffredo manifestó que los criminales están avisados y que "el tiempo del mal se acabó", reiterando todo el apoyo del Gobierno a las fuerzas de seguridad en la batalla contra estas redes delictivas.
Loffredo instó a las Fuerzas Armadas a perseverar en su esfuerzo, argumentando que ya no se trata solo de que ellos ofrezcan sus vidas en defensa de la seguridad, sino de actuar decididamente contra aquellos que cometen delitos como homicidio, secuestro, extorsión, tráfico y terrorismo en contra de la población. El ministro subrayó que Ecuador pertenece a sus 18 millones de habitantes, deseosos de recuperar su libertad y no a una minoría que provoca el caos.
El Gobierno ecuatoriano ha dado un paso al frente con medidas significativas para fortalecer la posición de las fuerzas del orden, incluyendo ajustes en las reglas de enfrentamiento y garantizando protección legal a través de una reforma legislativa. La Ley de Solidaridad, promulgada en junio último, incluye un indulto presidencial para aquellos agentes que sean procesados por acciones en el marco del conflicto interno.
"Usen sus armas, actúen de acuerdo a las nuevas reglas de enfrentamiento", instó Loffredo, animando a las fuerzas de seguridad a proceder con determinación y recordándoles que cuentan con el pleno respaldo legal para sus acciones.
Estas declaraciones ocurren en un contexto de creciente violencia y actividad del crimen organizado que se vivió bajo la administración anterior de Guillermo Lasso. En respuesta a esta situación, el presidente Daniel Noboa, tras asumir el cargo, decretó el estado de conmoción interna el 9 de enero de 2024, una medida que ha sido prorrogada en varias ocasiones para combatir de manera efectiva a los cárteles de la droga, ahora considerados organizaciones terroristas. Esto ha permitido una mayor presencia militar en las calles y la suspensión de ciertos derechos fundamentales en un esfuerzo por restaurar la paz y el orden en el país.