Piden a las autoridades una investigación "transparente y creíble"
MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) han negado este miércoles que los autores del atentado ejecutado el pasado fin de semana contra una iglesia en la capital del país, Damasco, que se saldó con cerca de 30 muertos, sean nacionales y hayan salido del campamento de refugiados de Al Hol (noreste) que custodian las fuerzas kurdas, en contra de lo que ha afirmado recientemente el Gobierno sirio.
"Las únicas personas que abandonaron el campamento durante este período fueron sirios y (...) su salida se produjo a petición del Gobierno de Damasco", han asegurado en un comunicado difundido a través de Telegram.
Las FDS han llegado a estas conclusiones, han indicado, después de realizar una "investigación exhaustiva de los registros de los residentes del campamento de Al Hol, incluyendo a quienes abandonaron el campamento en los últimos meses".
"Es importante aclarar que el campamento de Al Hol alberga a familias de miembros de Estado Islámico (...) compuestas principalmente por mujeres y niños. El campamento no alberga a combatientes terroristas extranjeros", han señalado.
Así, han considerado que la información sobre los atacantes aportada por el Ministerio del Interior "es incorrecta y no se basa en hechos ni en hechos reales", por lo que han instado a las autoridades a investigar lo sucedido de manera "transparente y creíble y que publique sus conclusiones y las pruebas que las respaldan".
El portavoz de la cartera ministerial, Nuredín al Baba, aseguró este martes en una rueda de prensa que los detenidos "no son sirios". Además, declaró que "llegaron a Damasco desde el campamento de Al Hol, a través del desierto sirio, y se infiltraron tras la liberación de la capital (...) aprovechando el vacío de seguridad", en alusión a la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024.
El yihadista Saraya Ansar al Suna (Brigada de los Partidarios Suníes) reclamó el mismo día la autoría del atentado suicida contra la iglesia San Elías, en el barrio de Duweila, en el centro de Damasco, que mató al menos a 27 personas e hirió a más de 60.