MADRID 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
Decenas de miles de personas se han movilizado en Brasil este domingo para protestar contra una posible amnistía para los condenados por la trama golpista de 2022 --incluido el expresidente Jair Bolsonaro-- y contra la propuesta de ley que ampliaría el aforamiento de diputados y senadores, tras una semana en la que la Cámara de Diputados ha hecho avanzar ambos proyectos.
Más de 40.000 personas se han manifestado en Sao Paulo y en Río de Janeiro, las dos ciudades más pobladas del país, según los datos del Monitor de Debate Político de la Universidad de Sao Paulo recogidos por el diario 'Folha', aunque se han producido actos similares en hasta 33 ciudades, incluidas todas las capitales de estado.
Las movilizaciones, convocadas por los movimientos Pueblo Sin Tierra y Brasil Popular --vinculados al Partido Socialismo y Libertad (PSOL), al Partido de los Trabajadores (PT) y a movimientos populares--, han contado asimismo con la participación de sindicatos, grupos estudiantiles, artistas y otros movimientos sociales, como el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), además de otros partidos de izquierda y centroizquierda, según ha informado la agencia de noticias estatal.
Además, en Río de Janeiro, las protestas han contado con la presencia y actuaciones de destacadas figuras de la cultura y la música brasileña, como Chico Buarque, Caetano Veloso y Gilberto Gil. "No podemos dejar de responder a los horrores que se están extendiendo a nuestro alrededor", ha afirmado este último, aludiendo a "momentos similares" en la historia del país.
Estas multitudinarias manifestaciones han sido convocadas como respuesta a dos proyectos avanzados esta semana en la cámara baja del Congreso brasileño, incluyendo la conocida como PEC (Propuesta de Enmienda a la Constitución) del Blindaje, que amplía el aforamiento de diputados y senadores y los protege de posibles procesos en el Tribunal Supremo, aprobada el martes.
Con todo, el principal motivo del descontento ha sido la tramitación de urgencia del proyecto de ley que otorgaría la amnistía a los participantes en los actos violentos desde el inicio de las protestas contra la victoria electoral del actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, el 30 de octubre de 2022, pasando por el asalto del 8 de enero de 2023 al Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo, hasta la fecha en la que entrase en vigor la norma, que podría incluir al expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro y a los demás condenados por intento de golpe de Estado.