BUENOS AIRES, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner ha aceptado la renuncia de César Milani y ha designado al general Ricardo Cundom --uno de los hombres de confianza del funcionario saliente-- como nuevo jefe del Ejército argentino.
Milani, que se encuentra envuelto en una ola de críticas por las denuncias en su contra por violaciones de los Derechos Humanos durante la dictadura militar, ha presentado su renuncia en la mañana del martes por "razones estrictamente personales".
"El Ejército informa a los medios de comunicación de que en el día de la fecha el Jefe del Estado Mayor General del Ejército, el teniente general César Milani, ha presentado su pase a retiro efectivo por razones estrictamente personales", ha anunciado la institución en un comunicado.
Cundom ocupaba hasta ahora el cargo de comandante operacional del Estado Mayor Conjunto y será quien finalmente le sustituya en el cargo, tal y como informa el diario argentino 'La Nación'.
LAS RAZONES DE LA RENUNCIA
Aunque Milani ha alegado "razones estrictamente personales" los medios de comunicación apuntan que su salida de las Fuerzas Armadas podría formar parte de una estrategia para garantizar la victoria del 'kirchnerismo' en las próximas elecciones presidenciales.
Milani es uno de los 'protegidos' del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Hace dos años provocó una gran polémica porque el 'kirchnerismo' y sus aliados aprobaron el ascenso del teniente general como jefe del Ejército a pesar de las denuncias en su contra.
Milani era además el jefe de los nuevos servicios de Inteligencia Militar que, al igual que los civiles, han sufrido una intensa remodelación este año tras el escándalo de la muerte del fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, en extrañas circunstancias.
El alto cargo militar está implicado en tres causas judiciales: una por la desaparición de un soldado en 1976 en Tucumán; las torturas a dos disidentes en 1977 en La Rioja; y por enriquicimiento ilícito, de acuerdo con la prensa argentina.