CARACAS, 18 Jul. (Notimérica) -
El colegio José María Vélaz situado al oeste de Caracas ha detectado varios casos de desnutrición tras producirse varios desmayos en sus aulas, al menos uno por día, como consecuencia de las grandes dificultades que tienen muchas familias en el país para poder conseguir alimentos.
Los datos recogidos por esta escuela apuntan a que cerca de un 25 por ciento de sus estudiantes tienen problemas para poder alimentarse y un 18 por ciento lo padece de forma crítica. Las docentes hallaron al menos 120 casos de déficit alimentario y 2 casos de desnutrición de entre el total de 478 alumnos que tiene el colegio, tal y como informa 'CNN Español'.
La coordinadora académica de la escuela Fe y Alegría José María Vélaz, Deixy Brito, aseguró darse cuenta de que la dieta de estos niños estaba basada en verduras, que no había proteínas y que algunos desayunaban muy tarde para aguantar durante todo el día sin comer, a la vez que cenaban tarde también por el mismo motivo.
Además, Brito indicó que habían detectado casos en los que los niños directamente estaban un día sin comer, que no iban al colegio por no tener qué comer o que acompañaban a sus padres a por alimentos.
Según la directora del colegio, María Hidalgo, los síntomas de los niños con déficit de alimentación eran desmayos, dolores de cabeza y de barriga y pérdida de peso, a lo que añadía que para el colegio era una situación "alarmante ya que como pedagogos que somos, un niño que no está bien alimentado sabemos que no va a poder rendir académicamente".
Para determinar lo que estaba ocurriendo, el colegio decidió realizar una actividad escolar en la que los menores debían dibujar qué es lo que habían desayunado, almorzado, y que merienda llevaban a clase. Ante este ejercicio propuesto por las docentes, varios niños escribieron la palabra "nada" como respuesta, situación que se repetía y que no se daba en esos niños por primera vez.
Por otra parte también se les pidió que dibujaran qué es lo que les gustaría comer, a lo que uno de ellos reaccionó dibujando un plato de pasta con pollo, alimentos los cuales su madre aseguró que no toma desde hace siete meses.
Esta madre explicaba que era duro para ella mantener a sus siete hijos sola, a lo que añadía que el menor de ocho meses estaba desnutrido y que "a veces están un día sin comer". Ante esta realidad, una organización donó una sopa especial para intentar colaborar y despedir el curso.
Ahora los docentes se preguntan cómo será la situación a mediados de septiembre cuando se retomen las clases, ya que entre mayo y julio el número de niños mal alimentados se triplicó. A estos datos tan críticos se le añade un estudio realizado por Venebarómetro el pasado abril, en el que se indica que cerca de un 86,3 por ciento de los venezolanos está comprando menos alimentos.