MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
España sufre en estos últimos días una oleada de incendios que están arrasando miles de hectáreas por todo el territorio, por este motivo el Consejo General de Enfermería (CGE) recuerda que en caso de encontrarse cerca o afectado por uno de estos incendios la población debe seguir pautas de actuación como dar la ubicación lo más exacta posible del incendio, buscar un lugar seguro, alejándose cuesta abajo y contra el viento, y cubrirse la boca y nariz con un paño húmedo.
El CGE instan a trabajar conjuntamente entre el Gobierno y las comunidades autónomas para lograr extinguir los incendios activos y, además, contemplar planes de prevención. "Lo que estamos viendo en estos últimos días es un desastre impresionante. Una situación que pone en peligro la salud de la población, así como miles de domicilios y patrimonio cultural", afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.
"Es muy importante saber cómo afrontar una situación así y, sobre todo, si nos encontramos con un fuego, lo primero que hay que hacer es llamar a las autoridades para avisar y luego buscar un lugar seguro para nosotros. Después, es imprescindible estar tranquilos y esperar información de las autoridades", afirma Héctor Nafría, divulgador científico de la Unidad de Cultura Científica del Consejo General de Enfermería.
Considerando "imprescindible" que la población conozca algunas pautas de actuación en estos casos para evitar problemas mayores y salvaguardar, sobre todo, su salud, recuerdan que lo primero llamar al 112, dar la ubicación lo más exacta posible y describir qué está ardiendo y hacia dónde se dirige el fuego. Los movimientos suelen ser más seguros siguiendo terrenos cuesta abajo y en dirección contraria al viento. La respiración se mantiene por la nariz, con la boca y nariz protegidas por un paño húmedo, mientras se busca refugio en lugares ya quemados, sobre rocas, carreteras o orillas de ríos, evitando zonas densamente vegetadas o con ramas bajas.
Cuando el fuego se acerca a áreas residenciales, las recomendaciones de las autoridades y el uso de mascarillas resultan fundamentales, al igual que mantener cerradas puertas y ventanas y suspender el uso de aire acondicionado. En caso de quedar atrapado, los refugios en huecos del terreno o zonas sin plantas proporcionan mayor protección. Si la ropa se prende, la estrategia consiste en minimizar el contacto con el fuego rodando sobre el suelo y cubriendo el cuerpo.
Tras el paso del incendio, se aconseja no regresar hasta que las autoridades lo indiquen y protegerse con ropa adecuada, guantes, gafas y mascarilla al ingresar en zonas quemadas. Es recomendable revisar las viviendas para eliminar restos que puedan reavivar el fuego y reportar la presencia de humo, brasas o animales heridos a los servicios correspondientes.
¿QUÉ HACER ANTE UNA POSIBLE QUEMADURA O INHALACIÓN DE HUMO?
Ante una posible quemadura o inhalación de humo, es fundamental detener la fuente de calor y alejar a la persona de llamas, brasas o superficies calientes. La piel afectada debe enfriarse con agua corriente fría durante varios minutos, evitando el hielo o agua muy fría, ya que esto podría aumentar el daño celular y provocar necrosis tisular.
Tampoco es recomendable el uso de agua de mar. Durante este proceso, se busca proteger a la persona de la hipotermia y retirar ropa u objetos ajustados, como anillos, relojes o cinturones, siempre que no estén adheridos a la piel.
Las quemaduras deben cubrirse con gasas estériles o paños limpios y secos, manteniendo la máxima asepsia posible hasta llegar a un centro de salud. No se deben aplicar cremas, pasta de dientes ni aceites. La reposición de líquidos se realiza cuanto antes, incluso en el lugar del accidente, y se debe procurar el mayor confort durante el traslado, atendiendo también al dolor.
La atención médica urgente resulta necesaria cuando las quemaduras son profundas o extensas, afectan a cara, manos, pies, genitales o articulaciones, o si la persona presenta dificultad para respirar o tos por inhalación de humo.