Publicado 03/11/2025 18:03

Save the Children alerta de que los crímenes contra niños en zonas de conflicto alcanzaron cifras récord en 2024

Dice que la mitad de las violaciones tuvieron lugar en Palestina, RDC, Nigeria y Somalia, siendo palestino "uno de cada tres niños asesinados o mutilados"

Archivo - Niños palestinos en Deir al Balá, en el centro de la Franja de Gaza, en septiembre de 2024 (archivo)
Archivo - Niños palestinos en Deir al Balá, en el centro de la Franja de Gaza, en septiembre de 2024 (archivo) - Europa Press/Contacto/Naaman Omar - Archivo

MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

La organización no gubernamental Save the Children ha denunciado este martes que los crímenes contra niños que viven en zonas de conflicto en el mundo aumentaron un 30% en 2024 y alcanzaron los peores niveles documentados hasta la fecha, tanto a nivel de exposición a los conflictos como a nivel de violaciones graves cometidas contra la infancia.

El informe 'No a la guerra contra la infancia: ¿Seguridad para quién?' recoge que los asesinatos, mutilaciones, secuestros y agresiones sexuales contra niños están "en cifras récord" en las zonas de conflicto, con 41.763 crímenes contra niños y niñas en estos contextos durante 2024, una cifra que supera la de 2023 --que hasta ahora era el año con peores guarismos-- y que es el doble que los documentados en 2022.

Así, señala que más de la mitad de las violaciones tuvieron lugar en los Territorios Palestinos Ocupados, República Democrática del Congo (RDC), Nigeria y Somalia, al tiempo que dice que una cifra récord de 520 millones de niños vivieron en zonas de conflicto activo, lo que implica que más de uno de cada cinco niños del mundo estuvieron en esta situación, según el Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO).

Esta cifra supone un máximo "tanto en cifras absolutas como en porcentaje de la población infantil global", destaca, al tiempo que subraya que "la cifra es más de 2,5 veces superior que a mediados de los años noventa", con el porcentaje de niños viviendo en zonas del conflicto por encima del doble respecto a dicha década.

"El drástico aumento se debe principalmente a una mayor proporción de niños viviendo en zonas de conflicto y no a un crecimiento de población", sostiene, antes de agregar que "este aumento está impulsado por la ampliación de la huella geográfica del conflicto armado, la expansión del conflicto a zonas densamente pobladas y el aumento de la intensidad de la violencia".

El 63% de los niños expuestos al conflicto vivían en zonas con "violencia de baja intensidad", mientras que un 20,5% lo hacían en zonas de "intensidad media" y un 15% en zonas de "alta intensidad". Además, 8,3 millones de niños, un 1,6%, vivían en zonas de "intensidad extrema".

Por otra parte, indica que el 60% de los casos verificados de asesinatos y mutilaciones, reclutamiento, secuestro y violencia sexual fue cometida contra niños, mientras que un 37% de los casos afectaron a niñas. A ellos se suma un tres% de casos en los que su género no fue especificado.

"Si bien los niños suponen la mayoría de los casos totales, las niñas se vieron afectadas de forma desproporcionada por la violencia sexual", lamenta, antes de reseñar que "las violaciones a nivel sexual y de violencia de género siguen siendo documentadas por debajo de su nivel real, mayormente por el percibido estigma negativo que está asociado a estas experiencias".

LA CIFRA DE CONFLICTOS MÁS ALTA DESDE LA IIGM

El documento refleja que el número de conflictos entre Estados es el más alto desde el final de la Segunda Guerra Mundial y apunta que el número de niños en zonas de conflicto ha aumentado un 60% desde 2010, con las violaciones graves verificadas disparándose en un 373%, lo que demuestra que estos conflictos "son mucho más mortíferos y brutales para los niños y las niñas".

El número de conflictos aumentó de 24.000 en 2023 a casi 27.000 en 2024, con África como la zona con mayor número y porcentaje de niños que viven en estas zonas, con 218 millones de afectados --el 32,6% de la población infantil de la región--, superando por primera vez desde 2007 a Oriente Próximo, con 50 millones de niños en zonas de conflicto, un 30,8%.

Por detrás figuran Asia, con 169 millones de niños en zonas de conflicto --un 13,6%--; América, con 65 millones de niños --un 22,7%--; y Europa, con 15 millones, una cifra que prácticamente duplica la registrada en 2023, en medio de la invasión rusa de Ucrania, lanzada en febrero de 2022.

Sin embargo, apunta que la mayor parte de las violaciones graves se registraron en los Territorios Palestinos Ocupados, en medio de la ofensiva de Israel contra la Franja de Gaza a raíz de los ataques del 7 de octubre de 2023 y el aumento de las operaciones militares israelíes en Cisjordania, incluido Jerusalén Este. "El año pasado, uno de cada tres niños asesinados o mutilados en conflictos (a nivel mundial) era palestino", dice la ONG.

Por otra parte, indica que una media diaria de 78 niños en zonas de conflicto sufrieron violaciones graves o estuvieron expuestos a ataques contra escuelas y hospitales, así como al bloqueo de la ayuda humanitaria por parte de fuerzas y grupos armados, con más del once% de la superficie terrestre en un radio de 50 kilómetros de un conflicto, también la cifra más alta jamás registrada.

El informe destaca que los casos y el número de incidentes correspondientes a cada tipo de violación grave contra la infancia aumentaron, salvo el reclutamiento y la utilización de niños por parte de ejércitos y grupos armados, cuya cantidad se contrajo un 4,5%, pasando de 7.751 en 2023 a 7.405 en 2024.

400.000 VIOLACIONES EN 20 AÑOS

Las violaciones graves, que incluyen asesinatos y mutilaciones, secuestros, violencia sexual, reclutamiento en grupos armados, ataques a escuelas y hospitales y denegación de acceso humanitario a los niños y niñas, elevan a más de 400.000 los casos en 33 países desde 2005, con 160.000 niños asesinados o mutilados y más de 100.000 reclutados a la fuerza.

"Este informe condenatorio es más que hechos y cifras. Trata sobre Alí, que tuvo que huir del norte de Gaza con sus siete hermanos y está tan gravemente desnutrido que ha desarrollado osteomalacia o 'enfermedad de los huesos blandos', lo que le impide moverse o caminar", ha dicho la directora ejecutiva de Save the Children, Inger Ashing.

"Trata sobre Bahati, de 12 años, cuya escuela en el este de RDC fue atacada y se vio obligado a caminar durante dos días con las balas volando sobre su cabeza. Se trata de los niños de todo el mundo que viven y respiran terror, dolor, pena, hambre y sufrimiento", ha destacado, antes de afirmar que "el mundo se encuentra en una encrucijada crítica".

En este sentido, ha argüido que "los conflictos armados están aumentando y las violaciones graves contra los niños han alcanzado niveles récord". "Al mismo tiempo, el sistema humanitario y la ONU están desesperados. Si bien el futuro de estas instituciones sigue siendo incierto, hay un principio que debe guiar su transformación: la infancia debe estar en el centro", ha explicado.

"La verdadera seguridad no tiene que ver con las armas o los muros. Tiene que ver con que los niños estén seguros, aprendan y vivan sin miedo", ha apuntado, antes de defender que "los Estados deben actuar con decisión para prevenir los conflictos y promover la paz, proteger a la infancia, garantizar la rendición de cuentas y escuchar e involucrar de manera significativa a los niños".

De esta opinión se ha mostrado Gudrun Ostby, profesora investigadora del PRIO, que ha dicho que "con un número sin precedentes de niños en situación de riesgo y los presupuestos de ayuda sometidos a una fuerte presión, la necesidad de proteger a la infancia atrapada en conflictos nunca ha sido tan urgente". "Detrás de cada cifra hay un niño cuya seguridad, educación y futuro están en peligro", ha advertido.

Por ello, Save the Children ha pedido a los Estados que respeten el Derecho Internacional Humanitario, garanticen un acceso humanitario seguro, aumenten la financiación específica para la infancia en situaciones de emergencia y respalden y apliquen los tratados y declaraciones en las zonas de guerra, además de desarrollar estrategias para la paz y abordar las causas profundas de los conflictos.

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