Publicado 15/09/2025 12:16

La dieta puede influir directamente en el envejecimiento cerebral

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Archivo - Tuppers comida - CARLOFRANCO/ ISTOCK - Archivo

MADRID 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad Ben-Gurión del Negev (Israel), la Universidad de Harvard (EEUU) y la Universidad de Leipzig (Alemania) ha descubierto pruebas biológicas innovadoras de que la dieta puede influir directamente en el envejecimiento cerebral.

Publicado en 'Clinical Nutrition', el estudio examinó resonancias magnéticas cerebrales junto con perfiles proteicos sanguíneos detallados (proteómica) durante una intervención dietética de 18 meses. La investigación identificó proteínas específicas relacionadas con el envejecimiento cerebral acelerado, cuyos niveles en sangre se alteraron tras la intervención dietética.

Las enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la edad, como la atrofia cerebral, no siempre se corresponden con la edad cronológica. Factores como la diabetes, la inflamación, la hipertensión, el colesterol alto y la acumulación de proteínas pueden acelerar el envejecimiento cerebral.

La diferencia de edad cerebral se define como la diferencia entre la edad cerebral prevista por la resonancia magnética de una persona y su edad cronológica real. Una diferencia positiva indica una edad cerebral mayor de lo esperado, lo que significa un envejecimiento cerebral acelerado, mientras que una diferencia negativa refleja una edad cerebral más joven, lo que sugiere una ralentización del envejecimiento cerebral. Se ha observado una mayor diferencia de edad cerebral en diversas afecciones neurológicas, como el deterioro cognitivo leve y la enfermedad de Alzheimer.

El ensayo 'DIRECT PLUS' es uno de los estudios de intervención con resonancia magnética cerebral más amplios y prolongados hasta la fecha, en el que participaron casi 300 personas divididas en tres grupos dietéticos. Se realizaron resonancias magnéticas de todo el cerebro antes y después del ensayo de 18 meses para realizar un seguimiento de los cambios en la salud cerebral.

Utilizando modelos avanzados de predicción de la edad cerebral basados en datos de resonancia magnética cerebral, los investigadores estimaron la edad cerebral de cada participante antes y después de la intervención dietética.

EL PAPEL DE LAS PROTEÍNAS SANGUÍNEAS

El presente estudio investigó si los cambios en los perfiles proteómicos sanguíneos (un panel de aproximadamente 90 proteínas) diferían entre los participantes con distintas trayectorias de envejecimiento cerebral y si estas diferencias estaban influenciadas por la dieta. Los resultados mostraron que los participantes cuya edad cerebral era superior a su edad cronológica presentaban cambios distintivos en sus perfiles proteicos sanguíneos a lo largo de los 18 meses de la intervención.

Dos proteínas, la galectina-9 y la decorina, resultaron ser especialmente relevantes para el envejecimiento acelerado del cerebro. Sus niveles disminuyeron significativamente entre los participantes que siguieron la dieta mediterránea verde, que incluye té verde y la planta acuática Mankai. Esto sugiere un posible impacto beneficioso en los procesos biológicos relacionados con el envejecimiento cerebral a través de la modulación de las proteínas sanguíneas.

"Esta investigación representa un avance en el campo de la nutriómica -la integración de la ciencia de la nutrición con tecnologías ómicas como la proteómica- y abre nuevas vías para el desarrollo de estrategias dietéticas específicas para ralentizar la progresión de las enfermedades neurológicas", señala la investigadora principal del estudio, la profesora Iris Shai, de la Universidad Ben-Gurion, profesora adjunta de la Universidad de Harvard y profesora honoraria de la Universidad de Leipzig.

La decorina es una proteína estructural de la matriz extracelular. Los niveles elevados de decorina en el líquido cefalorraquídeo se han relacionado con cambios tempranos en la enfermedad de Alzheimer. Dafna Pachter, estudiante de doctorado y primera autora del artículo, añade: "En este estudio, estamos dando un pequeño paso hacia una nueva posibilidad: un análisis de sangre sencillo, accesible y asequible que, en el futuro, podría proporcionar una indicación del estado del cerebro mediante el análisis de las capas ómicas en la sangre".

En el estudio actual, la dieta green-MED, rica en polifenoles procedentes de fuentes como el mankai, el té verde y las nueces, redujo significativamente los niveles de galectina-9 y ralentizó el aumento de decorina. La actividad antiinflamatoria de estos componentes podría explicar el posible efecto neuroprotector observado en el estudio.

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