Publicado 06/11/2025 11:37

Sudán dice que "la inacción internacional" permite a las RSF "cometer un genocidio y una limpieza étnica" en Sudán

La encargada de negocios sudanesa en Madrid pide al grupo que deponga las armas y se retire de las zonas que controla antes de cualquier negociación

Archivo - Una mujer con un niño en un campamento de desplazados en la ciudad de El Fasher, capital del estado de Darfur Norte, en el oeste de Sudán (archivo)
Archivo - Una mujer con un niño en un campamento de desplazados en la ciudad de El Fasher, capital del estado de Darfur Norte, en el oeste de Sudán (archivo) - Europa Press/Contacto/UNICEF - Archivo

MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

La encargada de negocios de Sudán en España, Shza Abdelaziz Kamil Abdelaziz, ha denunciado este jueves que "la inacción internacional" ante las acciones de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en el marco del conflicto desatado en abril de 2023 ha permitido que el grupo "siga cometiendo crímenes de genocidio y limpieza étnica", tras las atrocidades perpetradas por los milicianos tras tomar recientemente la ciudad de El Fasher, capital de la región de Darfur Norte (oeste).

"La inacción internacional ha permitido a los rebeldes continuar cometiendo crímenes de genocidio y limpieza étnica contra la población civil en El Fasher y Bara, como había sucedido anteriormente en otras ciudades como Geneina, Gezira, Sennar y Jartum", ha dicho durante una rueda de prensa en la Embajada sudanesa en Madrid, un encuentro en el que ha lamentado además la "postura equidistante" de la comunidad internacional, "equiparando a las Fuerzas Armadas legítimas con una milicia terrorista".

Así, ha sostenido que el silencio internacional y la falta de respuesta a los llamamientos del Gobierno sudanés para sancionar estas fuerzas rebeldes han alentado su desafío abierto a las organizaciones internacionales, ignorando su resolución 2736, que exigía el levantamiento del asedio a la ciudad de El Fasher", que estuvo cercada durante cerca de un año y medio por las RSF hasta que finalmente cayó en sus manos la semana pasada.

"En su intento por controlar la ciudad, llevó a cabo más de 266 ataques dirigidos a hospitales, escuelas e infraestructuras civiles", ha recordado, antes de afirmar que los paramilitares y "mercenarios extranjeros procedentes de países vecinos" perpetraron "barbaridades y violaciones masivas" tras la toma de El Fasher, con "más de 2.000 civiles indefensos asesinados en apenas dos días".

"La milicia continúa perpetrando asesinatos sistemáticos y de carácter racial, además de provocar desplazamientos forzosos, lanzar ataques deliberados contra civiles y cometer crímenes salvajes contra mujeres, niños y ancianos, lo que constituye crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y actos de genocidio", ha manifestado Abdelaziz, quien ha reseñado que "muchas de estas salvajadas fueron grabadas y difundidas por los propios autores (...) ante la mirada pasiva de la comunidad internacional, cuya inacción les ha otorgado impunidad y carta blanca para seguir cometiendo más atrocidades".

En este sentido, ha dicho que las autoridades han advertido ante organismos internacionales sobre "el carácter criminal" de las RSF, incluida la presentación al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de "pruebas documentadas que demuestran el uso de mercenarios extranjeros por parte de esta milicia terrorista", motivo por el que ha pedido "medidas efectivas" para hacer frente a los crímenes cometidos por el grupo.

"La comunidad internacional ha permanecido en silencio, permitiendo así que sigan reclutando mercenarios infiltrados ilegalmente en el país, lo que constituye un ejemplo claro de impunidad absoluta", ha manifestado, al tiempo que ha reiterado que entre estos mercenarios figuran ciudadanos colombianos y ha acusado a Emiratos Árabes Unidos (EAU) de ser el principal responsable de organizar estos transportes y dar apoyo político y militar a las RSF, algo negado por Abú Dabi.

Por ello, ha incidido en la necesidad de que se adopten "de manera inmediata" medidas para "detener a esta milicia, declararla como organización terrorista y sancionar a los Estados y entidades que la financian o colaboran con ella con el fin de evitar que se vuelvan a repetir, tanto en Sudán como en otros países, estas atrocidades". "Tolerar tales crímenes abre el camino e impulsa a movimientos rebeldes similares en el continente africano y otras regiones a persistir y a reproducir los mismos crímenes y barbaridades", ha argüido.

PROPUESTA DE ALTO EL FUEGO

Por otra parte, ha reiterado el compromiso de Sudán con "una paz justa y equitativa en todo el territorio nacional" y ha saludado las iniciativas internacionales a tal fin, si bien ha puntualizado que "la paz solo será posible cuando la milicia deponga las armas y se someta a la autoridad del Estado, preservando así la unidad, la soberanía y la integridad territorial del país, en beneficio de las legítimas aspiraciones del pueblo sudanés".

Abdelaziz ha confirmado que Jartum ha recibido la propuesta del Cuarteto --integrado por Estados Unidos, EAU, Arabia Saudí y Egipto-- para un alto el fuego humanitario y ha afirmado que está siendo "estudiada", si bien ha reiterado que para cualquier acuerdo es necesario que las RSF acepten desarmarse y retirarse de las zonas habitadas que tienen en su poder, en línea con las peticiones de Sudán en el proceso de conversaciones de Yedá en 2023.

"Sudán siempre ha estado y está abierto a cualquier iniciativa de paz, siempre y cuando las negociaciones estén condicionadas a que estas milicias terroristas depongan las armas, salgan de los hogares sudaneses. A partir de ahí, se puede negociar y hablar sobre si se reintegran en las Fuerzas Armadas o hablar de cualquier otro asunto", ha señalado Abdelaziz. "A partir de ahí, se puede hablar o se puede negociar, pero con ataques contra sudaneses, el Gobierno sudanés no estará dispuesto a negociar", ha subrayado.

Las RSF han indicado este mismo jueves que aceptan la propuesta del Cuarteto, encabezado por Estados Unidos, y para "abordar las catastróficas consecuencias humanitarias de la guerra y potenciar la protección de los civiles", antes de mostrarse abiertas al "inicio inmediato de discusiones sobre los puntos para un cese de hostilidades y los principios fundamentales que guían el proceso político en Sudán de una forma que aborde las causas subyacentes del conflicto".

Abdelaziz pedido además a la comunidad internacional, incluida Europa, "implicarse más para resolver el problema de raíz, que son estas milicias, incluida la puesta en marcha de "hechos" y "acciones" que vayan más allá de las condenas a las acciones de las RSF y las atrocidades perpetradas por los paramilitares, además de involucrarse en el proceso de reconstrucción del país africano.

CRISIS HUMANITARIA

La guerra en Sudán ha provocado cerca de doce millones de desplazados, entre ellos cuatro millones que han huido hacia países vecinos, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que calcula que unas 70.000 personas han huido de El Fasher durante los últimos días, si bien las dificultades de acceso y los cortes de comunicaciones dificultan saber cuánta gente está en la ciudad y en qué condiciones.

La mayoría de los desplazados están llegando a Tawila, a unos 50 kilómetros de El Fasher, "visiblemente traumatizadas tras haber sufrido graves violaciones de los Derechos Humanos en su intento por alcanzar la seguridad", según ACNUR, que afirma que han sufrido "extorsiones", "arrestos arbitrarios", "saqueos" y "acoso", entre otros abusos, además de casos de "violencia sexual generalizada contra mujeres y niñas".

Ante esta situación, la portavoz de ACNUR, Paula Barrachina, ha subrayado que Sudán "hace frente hoy a una de las peores catástrofes humanitarias del mundo", con más de 30 millones de personas, entre ellas 15 millones de niños, en necesidad de asistencia humanitaria urgente. "Estamos hablando de una emergencia humanitaria sin precedentes en Sudán", ha especificado.

"Sudán necesita paz. La población sudanesa no puede seguir pagando el precio de una guerra sin fin", ha dicho, antes de pedir "una solución política duradera y se ponga fin al sufrimiento". "Hay que evitar un mayor deterioro de la situación y promover un alto el fuego humanitario que permita la entrega de ayuda y la protección de la población", ha apostillado.

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