Publicado 05/11/2025 07:47

Desconecta.- Estás limpiando mal tu nevera: el paso que casi nadie hace y que evita bacterias como la listeria o la salmonella

Estás limpiando mal tu nevera: el paso que casi nadie hace y que evita bacterias como la listeria o la salmonella
Estás limpiando mal tu nevera: el paso que casi nadie hace y que evita bacterias como la listeria o la salmonella - UNSPLASH - INSTAGRAM

MADRID 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

Limpiar la nevera -a priori-- no entraña mayor dificultad que sacar los alimentos, pasar una esponja con jabón y volver a colocar todo. Sin embargo, esa rutina doméstica no siempre es suficiente para eliminar los microorganismos que se acumulan en el interior. Según explica la ingeniera de alimentos Mariana Zapién, en los refrigeradores domésticos pueden proliferar bacterias patógenas como E. coli, listeria o salmonella, capaces de sobrevivir en las paredes, cajones y repisas, incluso después de una limpieza superficial.

La especialista advierte de que estos microorganismos pueden causar enfermedades alimentarias si entran en contacto con los alimentos frescos almacenados. Por eso, además de retirar restos de comida y limpiar las superficies, es fundamental desinfectar correctamente el interior del frigorífico. Este es el paso que la mayoría de las personas olvida y que marca la diferencia entre una limpieza estética y una higiénica.

VACIAR, LIMPIAR Y ENJUAGAR

El primer paso consiste en vaciar por completo el contenido del frigorífico, desechando los productos caducados o en mal estado. Después, recomienda usar una esponja suave que no raye la superficie y esté destinada exclusivamente a este uso. Con un poco de jabón neutro o limpiador doméstico, hay que frotar suavemente las paredes, repisas y cajones para eliminar restos visibles de comida o líquidos.

Para las manchas más resistentes, Zapién sugiere utilizar una fibra más firme y enjuagar bien las superficies con agua limpia. Una vez aclaradas, se debe pasar una bayeta o microfibra húmeda para retirar los restos de jabón. Este paso es importante porque los residuos de detergente pueden afectar al olor y al sabor de los alimentos cuando se vuelven a colocar dentro.

EL PASO QUE CASI NADIE HACE: DESINFECTAR

Una vez que el frigorífico está limpio, llega la parte más importante: la desinfección. Zapién recomienda preparar una solución casera con una cucharada de hipoclorito de sodio por cada litro de agua, y aplicarla con un pulverizador o atomizador sobre todas las superficies. Estas deben quedar visiblemente húmedas y permanecer así durante seis minutos, el tiempo necesario para que el desinfectante actúe y elimine los microorganismos.

Después, hay que retirar la solución con una microfibra limpia y húmeda y dejar que el interior se seque completamente al aire antes de volver a introducir los alimentos. Según la ingeniera, este sencillo paso reduce de forma notable la presencia de bacterias como listeria o salmonella, que pueden multiplicarse incluso a bajas temperaturas.

UNA RUTINA SENCILLA QUE PREVIENE RIESGOS

Zapién insiste en que limpiar y desinfectar el frigorífico debe hacerse con frecuencia, no solo cuando se derrama algún líquido o se detecta mal olor. Mantener una buena higiene interior ayuda a conservar mejor los alimentos, evitar contaminaciones cruzadas y reducir el riesgo de intoxicaciones alimentarias.

Además, mantener la temperatura del frigorífico entre 3 y 5 °C, no sobrecargar las bandejas y revisar las juntas de la puerta ayuda a evitar acumulaciones de humedad y microorganismos.

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